martes, 12 de octubre de 2010

¿Y si muero mañana...?

¿Os habéis planteado alguna vez que todos tenemos fecha de caducidad? ¿Qué pasaría si esa fecha ya estuviera escrita y nos llegara con una mínima anticipación pongamos, por email, un escrito donde se nos informara de que tal día moriremos? ¿Qué haríais si os llegara un correo donde os informaran que mañanas tendríais una cita con La Parca?

Hoy he visto una película bastante famosa que hacía mucho que no veía y me ha hecho pensar en varios conceptos que últimamente tenía olvidados.

Uno de ellos, del que trata este post, ha sido en cómo nos afecta el tener conciencia de nuestra propia muerte y cómo reaccionamos ante la idea de que pronto no seguiremos aquí.

He observado muchas veces en distintos formatos (películas, libros, conocidos,...) que la idea de morir y saber que será pronto da a algunas personas unas ganas de vivir tremendas: se hacen viajes, se malgasta el dinero que no se tiene, se machaca el cuerpo porque, al fin y al cabo, "para qué me va a valer"... A otras, sin embargo, las recluye en una tremenda depresión que hace que pasen sus últimos días auto-compadeciéndose de esa mala jugada que le ha hecho la vida. Otras tratan de dejar bien atado su legado, aquello por lo que han luchado o aquello que consideran importante, dejándolo en buenas manos para que prosiga su historia y no se olvide su nombre. Y otras, las que para mi son las más interesantes, piden perdón por pecados pasados a las personas que hirieron antaño con sus palabras o hechos. A estos culpables buscadores de redención les pregunto: "¿por qué?"

¿Es que temen que un dios vengativo les condene por el mal realizado por toda la eternidad, ardiendo en el fuego de algún tipo de infierno creado por los hombres? Normalmente los dioses a los que solemos adorar son buenos y perdonan nuestros pecados, ¿no?

¿Es quizás el sentimiento de culpa que les invade lo que hace que se les remuevan las tripas y realmente no hay nada por lo que tengan que pedir perdón?

¿O simplemente hablamos de la hipocresía de la sociedad, esa misma que siempre nos ha hecho decir decir buenos días, disculpa o qué tal te va porque es comúnmente aceptado?

En cualquier caso, yo sólo haré apología de la última frase del anuncio de Aquarius "Cuando naces, todos a tu alrededor ríen mientras tú lloras; ve y vive tu vida de forma que cuando mueras, seas tú el que ría y los demás los que lloren".